Mis amigas siempre me pidieron consejo por ser una persona muy intuitiva y asertiva a la hora de resolver sus problemas ó, aconsejar a personas y situaciones concretas a través de mi videncia. ÉSTA FAMA que me dieron entre mis conocidas fué aumentando y cada vez venía más gente a pedirme ayuda, yo solo tenía que tener a la persona frente a mí y decir lo que sentía y veía, en algunas ocasiones, para desvelar cosas no muy claras, les cogía la mano.
Fueron éstas personas las que me empezaron a pedir que trabajase con las cartas del Tarot, y yo les decía que no sabía hacer éso, que yo sabía las cosas porque sí, como si algo me las revelase. Con el tiempo la curiosidad me ganó, y descubrí cómo mi asertividad crecía con el TAROT, fomentaba mi videncia, porque es ése mi potencial, LA VIDENCIA.
El Tarot me ayudó a concretar cuestiones, a poder investigar en situaciones que yo no podía desvelar a través de las emociones concretas y visiones, por éso con la suma de mi don y el tarot, el acierto, está asegurado.
Os cuento un par de experiencias de hace más de 20 años, de cuando todo empezó y estaban más activas mis dotes, más joven, y me dejaban menos cansada...
- Un día vino una señora (hace más de 20 años) y me preguntó por su hijo Alberto (no se me olvidará en la vida) 39 años, escorpio, y empecé a barajar las cartas...Sigo barajando las cartas...Y de golpe empiezo a sentir una sensación muy, muy rara, que me subía desde las pieras para arriba y me hormigueaba, algo indescriptible.. Solté la baraja de las cartas encima de la mesa con muy malas formas (como lo sentí) y le dije a ésta señora: ¿Por qué me preguntas por tu hijo si está muerto?
Ella se puso a llorar y me dijo; - Sí, la semana pasada se mató en un accidente de coche, sólo quiero saber si está bien. Y le dije; - Tu hijo está perfecto, no te preocupes por él. Ahora coge, levántate y márchate de mi casa por favor.
- En otra ocasión, estoy echándole las cartas a otra clienta y lo primero que le suelto es; - ¡Úy! ¡Enhora buena! ¡estás embarazada!
Y me dice; - Qué metedura de pata (con mucho desprecio, no lo olvidaré en mi vida y de ésto hace más de 30 años), mañana mismo tengo que ir a la clínica con mi marido, porque no me puedo quedar embarazada.
Le respondí; - Bueno, pues yo, te sigo felicitando, enhorabuena.
Terminamos la consulta "como pude" porque claro, yo lo que tenía muy claro es que cuando yo decía algo, lo decía de verdad, con toda mi certeza, y no cambiaba de opinión en absoluto.
Y al rato me viene con un ramo de flores y una botella de sidra, y me dijo que se lo había dicho tan segura, que había ido a comprarse un predictor, y estaba embarazada.
